26 de noviembre de 2010

Conferencia: El psicoanálisis ante los malestares contemporáneos

Por Félix Chiaramonte

-Introducción al malestar

Un punto de partida: el artículo de Germán García: ¿Existe un discurso capitalista?, allí encontré lo siguiente: “Ninguna especulación puede sustituir lo que está en juego tanto en Marx como en Freud: la realización de cada sujeto particular (a cada uno según sus posibilidades). De lo contrario, hablar de discurso capitalista va acompañado de un gesto de bella alma que escamotea la incertidumbre y la responsabilidad de cada uno en relación al goce, del que no puede sacarse una justicia distributiva”. Es así como ubico algo de un recorrido, del análisis de la política, en la cual uno puede perderse por el sacrificio, a la política del psicoanálisis, camino del deseo de analizar.

Hoy estamos frente a lo que los practicantes del psicoanálisis decimos y hacemos, ante los malestares contemporáneos. Desde ya, tomamos en cuenta lo que el mundo, en cada quien, trae, recicla e inventa con nuevas envolturas o sin ellas, formas de síntomas, inhibiciones, angustias, fobias y actos, que combinan lo viejo y lo nuevo.

A partir del título de la conferencia me propuse contribuir al análisis de este verdadero problema que implica a nuestra práctica, con la vocación dialéctica de, en primer lugar, analizar y descomponer esta cuestión de los “malestares”, para comenzar con ese brillante artículo de 1930 de S. Freud en que el malestar es ubicado en relación a la renuncia que supone la convivencia social.

La renuncia al placer máximo, a la supuesta libertad primitiva, la sustitución del poder individual por el de la comunidad, representa el paso decisivo hacia la cultura. Y es eso justamente lo que genera un malestar que lo lleva a trabajar conceptos tales como sentimiento de culpabilidad, superyo, necesidad de castigo, etc.

Freud detalla por un lado, lo pesada que se hace la vida y que para soportarla se recurre a distracciones poderosas, a satisfacciones sustitutivas o a narcóticos, y queda dicho también que las fuentes de sufrimiento en un humano provienen de la las fuerzas de la Naturaleza, de la caducidad del propio cuerpo y de la convivencia social. Frente a esto, en las distintas épocas, los individuos y los pueblos reaccionan de distinta manera.

El psicoanálisis, desde Freud, captó que allí donde lo social requiere armonía, el sujeto plantea la singularidad que no encaja en ningún intercambio positivo ni en ideales, sino que inclusive puede apuntar a la paradoja de hacer algo contra sí mismo.

En nuestro tiempo, en esta era globalizada por los medios masivos de comunicación, por los aparatos de la tecno-ciencia que transforman permanentemente la cotidianeidad, nos encontramos con las respuestas de los que padecen estas características sociales actuales, en forma de intoxicaciones, adicciones, anorexias-bulimias, violencias diversas, psicosis ordinarias, etc. Y en el encuentro de estas personas contemporáneas con el psicoanálisis, tenemos las respuestas analíticas de este momento.

Si desea leer el artículo completo, diríjase al link RESPUESTAS (2009)

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'una leyenda en el cruce de los saberes'/ Edit. C I