Reseña de la primera clase del
Seminario IOM 2 Delegación San Fernando.
Por Verónica Ortiz
El viernes 6 de abril, en la
APSaT, la primera clase del seminario anual IOM2 de la Delegación de San
Fernando: “Las formaciones de los practicantes”. Félix Chiaramonte presenta la
propuesta, inspirada en el programa de Oscar Masotta y justifica el título
elegido (tanto del seminario como de la primera reunión: “El psicoanálisis.
Freud y Lacan.. Por qué aún no se entiende”).
Elige tres referencias para su
desarrollo: la primera, Oscar Masotta, “Sigmund Freud y la fundación del
psicoanálisis” (en Ensayos lacanianos);
la siguiente, Germán García, “Hacer (una) escuela” (en Psicoanálisis dicho de otra manera) y, por último, Jacques Lacan,
“Entonces habrán escuchado a Lacan” (en Mi
enseñanza). Bricoleur, aclara que
son “lecturas sin ánimo de ser exhaustivas, sino más bien con ánimo de
interesar”.
¿El derrotero? Comienza con el
contexto de recepción de la enseñanza de Lacan, introducida en nuestro país por
Oscar Masotta. Comenta qué pasaba entre nosotros en 1973- año en que Masotta da
esta conferencia-homenaje a Freud- en lo histórico, en lo político, en lo cultural…
el materialismo dialéctico, la fenomenología de Merleau Ponty, el
existencialismo de Sartre, la antropología estructural, la lingüística, la
invitación que Masotta le extiende a León
Rozitchner… de tal modo va configurando un retrato de época que le permite
luego percibir algunos “guiños” en el texto de Masotta y señalarlos al público
presente. ¿A quién le estaba hablando Masotta? ¿Con quiénes estaba polemizando?
Del texto masottiano Chiaramonte
extrae unos cuantos párrafos, y los comenta con cierto detalle. Daré una idea
del cuadro general mediante solo tres pinceladas de citas.
·
“El descubrimiento de Freud podría ser
sintetizado así: Cuando cae el último velo, ahí hay un objeto indecible.”
·
“¿Trauma o inscripción? (…) ¿Cómo hacer entender
que las desgracias del sujeto no comenzaron el día en que una boca abierta fue
frustrada- leche o seno- sino el día que, y por una exigencia de la estructura,
el objeto se vino a pique?”
·
“El objeto originario, ese que se mueve entre el
niño y la madre, es un objeto indecible puesto que estando ahí ya no está”
Chiaramonte propone elevar un
párrafo de Masotta “al nivel del paradigma”. Es el siguiente: “(…) podrán
devolver limpia y tranquilamente al psicoanálisis a esa moral de la grieta por
donde se infiltran dos hombres dispuestos simplemente a hablar entre ellos y a
solas y según una regla dialógica extraña, pacífico pero bárbaro sincretismo
donde los trozos hacen girar al sujeto hacia el lugar de la verdad como Logos.”
Con respecto al aporte de Germán
García, Félix Chiaramonte recorta lo patógeno como aquel sufrimiento necesario
si es que habrá un análisis. ¿De qué
sufre usted? sería la pregunta a formular (sin necesariamente ser dicha
así.) “Patógeno es, para el psicoanálisis, lo que engendra el sufrimiento y no
puede analizarse sino aquel que sufre. Freud lo decía con claridad: si un
tercero sufre, no se puede analizar a quien lo hace sufrir, pero si éste sufre
a su vez del sufrimiento que causa puede analizarse. Incluso Freud estaba
convencido de que solo un sufrimiento en
el sujeto podía ser analizado, al punto de excluir del análisis aquellos sufrimientos
causados por la realidad (pérdida de trabajo, separación de alguien, etc.)” (G.
García). Otra vez… no se trata de ninguna realidad en cuanto a hechos
efectivamente acaecidos.
Es el siguiente párrafo el que ha
inspirado el nombre del seminario 2018: “La formación del analista está
determinada por las formaciones del inconsciente, pero los agentes de la
práctica también se constituyen en el campo del reconocimiento recíproco.” (G.
García)
Para finalizar, tercera
referencia, Jacques Lacan: “¿Por qué tendrían [tanta gente] necesidad de esos Escritos que son aparentemente,
incomprensibles? ¿Quizás necesitan tener un lugar donde perciben que se habla
de lo que ellos no comprenden? ¿Por qué no?”
De este modo, Chiaramonte
compartió su modo de leer, su personal recorrido por algunos textos elegidos,
hilvanando nexos entre ellos, haciéndoles decir, intertextualmente, como un
modo de anticipación, como un instante de
ver. La apuesta es inaugurar un tiempo
de comprender, a lo largo del año.
La conversación posterior giró
–entre otros temas- alrededor de por qué alguien elige decir de sí que es
“practicante” y no “analista”, qué diferencias hay entre “entender” y
“comprender”; la utilidad directa como aquello que mata el decir propio del
psicoanálisis; la continuidad-discontinuidad entre Freud y Lacan; el espacio
del seminario IOM2 y también de los módulos temáticos de la APSaT como una
ocasión de replantear los problemas de la clínica y los problemas de las
instituciones analíticas.
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