Por Verónica Rios.
En la clase del 6 de julio de 2018 se recorrieron dos ejes, por un lado las
consideraciones de Lacan acerca de la histeria dictadas en el seminario “Las
Formaciones del inconsciente” de 1957-58 y contemporáneas a “Ideas Directivas
para un Congreso de sexualidad femenina”.
Y por otro lado como se presenta la histeria con su división y su
beneficio de sustracción. Verificable en la elección forzada, la histérica es quien dice; “Sí, pero también no es tan así”, está
incertidumbre causada por la
división, nos enseña los modos de fuga
de la histeria, bajo el huir literal o bajo la forma de síntoma, modos de desconocer la verdad de su deseo.
En 1958 Jaques Lacan actualiza el debate de la sexualidad femenina que
había iniciado Sigmund Freud, especialmente en
el texto “Sobre la sexualidad femenina” de 1931, donde el artículo
expone la interlocución con otros autores y especialmente el debate entre los
ingleses con Jones a la cabeza, y los vieneses.
Ernest Jones en sus textos, refiere que el penisneid
es una construcción, una defensa comparable a una fobia, y la salida de la fase fálica como una curación de esa
fobia que debe considerarse normal. Recordemos que para Lacan la fobia es una
operación significante, un significante para todo uso. En este punto Lacan ubica un acercamiento y una posición crítica
a Jones; dado que es a título de significante privilegiado como interviene el
falo en la relación edípica de la niña. Es así que se diferencia de una lectura
empirista, sesgo que comenta Oscar Masota en su conferencia “Qué es el psicoanálisis” resaltando la
respuesta jonesiana como empirista, sustancialista y destacando el partidismo de Jones con el
feminismo de la época. En honor a S.
Freud dirá que: “el hombre y la mujer giran en torno de un
mismo símbolo privilegiado, el falo, ello no significa acordar ningún
privilegio al hombre contra la mujer, ni el trabajo inconsciente por el que uno
y otro resuelven los accidentes de sus propias historias individuales”.